Auschwitz, Oswiecim, Poland

Muchos de nosotros reaccionamos a nuestros fracasos castigándonos por nuestros errores. Nosotros, figurativamente (y, a veces, literalmente) nos castigamos. En pequeñas dosis, la autocrítica puede ser útil (nos anima a responsabilizarnos de nuestras acciones y nos motiva a mejorar), pero la autocrítica excesiva puede ser debilitante y contraproducente.

La autocompasión es similar a la autoestima en algunos aspectos, pero a diferencia de la autoestima, no se trata de cómo te juzgas a ti mismo sino de cómo te tratas. En otras palabras, ya sea que juzgues (bueno o malo) sobre ti en un momento dado, puedes tener compasión por ti mismo.

La autocompasión se asocia con muchos resultados positivos, como una mayor resistencia a los eventos estresantes, un mayor bienestar psicológico y una reducción de los síntomas de la depresión y la ansiedad. Aunque la autocompasión puede parecer demasiado centrada en sí misma, la investigación sugiere que las personas autocompasivas también son más compasivas con los demás.

Aquí están cinco excelentes ideas para aumentar la autocompasión:

  1. Sal fuera de ti. Para engañarte a ti mismo y tratarte mejor, imagina que alguien que te importa está en tu lugar, ¿qué les dirías?
  2. Encuentra a tu cuidador interno. una persona o ser espiritual que ama incondicionalmente y que posee las características que uno esperaría en un cuidador
  3. Recuerda que los errores te hacen humano y más agradable. Cuando otras personas cometen errores, a menudo parecen más humanos y accesibles, incluso atractivos. También nos hacen sentir que está bien si nosotros también somos imperfectos.
  4. Involucra tus sentidos. Puedes ponerte de humor compasivo al rodearte de imágenes, olores o música relajantes.
  5. Identificar formas sutiles de autolesión. Los comportamientos autodestructivos no se limitan a autolesiones deliberadas. Pueden implicar hacer ejercicio hasta el punto de la lesión, conducir de forma imprudente, olvidarse de cosas, descuidar su salud o incluso ser más propensos a los accidentes de lo habitual.

Según Jean Paul Sartre: "El que es auténtico asume la responsabilidad de lo que es y se reconoce libre de ser lo que es". La persona auténtica practica la congruencia, expresa lo que siente y piensa con firmeza. Sin embargo, la autenticidad no se limita a la congruencia, no es simplemente "ser uno mismo", sino que también implica un profundo conocimiento interno, la capacidad de asumir responsabilidades y una autoestima sólida que no depende de las opiniones de los demás.

Si estás interesado o interesada en conocerte más y tratarte mejor, te invito a que comencemos un proceso de psicoterapia.

Pablo Muñoz