Rudolph Hausner: I am Id

No sé si has notado que cuando estás estresado, cuando estás triste, es mucho más frecuente que te enfermes. Esto es porque el estado de ánimo va a afectar la salud y la salud va a afectar al estado de ánimo.

Si hacemos una rápida revisión histórico-filosófica esto nos va a ayudar a poner en contexto y entender un poco más este fenómeno. En los tiempos de oro de la cultura griega, Aristóteles y Platón proponían que como humanos tenemos un alma. Para Aristóteles el alma moría cuando el cuerpo moría y para Platón el alma sobrevivía al cuerpo. Es en el siglo XVII es cuando el científico y filósofo René Descartes hace la distinción además entre mente y cerebro creando así un dualismo. Se creó así una dualidad entre la parte física (cerebro) y la parte psíquica (mente) como si ambas estuvieran separadas o desconectadas. Esta visión ha permeado la cultura occidental desde entonces. 

Sin embargo se ha demostrado que somos una unidad psico-física donde lo uno va a afectar a lo otro. Ejemplos de cómo el aspecto físico puede afectar el área psíquica son cuando por ejemplo la presencia o ausencia de ciertas substancias químicas en el cerebro va a afectar nuestra percepción (delirios) y afectar el estado de ánimo (depresión). Otras veces un desorden en el hígado puede afectar la personalidad (depresión, ansiedad o irritabilidad).

Por otro lado también la mente va a expresar sus conflictos en el cuerpo. Existen dos grandes formas en como nuestras mentes se van a expresar en el cuerpo. Una primera forma se conoce como el trastorno conversivo. La segunda gran forma de expresión de las necesidades psíquicas en el cuerpo es el trastorno psicosomático. Abordaremos ambos a más detalle un poco más adelante.

Pero cómo es que aprendemos a expresar sentimiento con el cuerpo? o por qué se da esta expresión de los sentimientos en el cuerpo?. Tenemos que entender que cuando somos bebés, antes de que exista el lenguaje hablado, todos nuestros sentimientos y sensaciones van a ser expresadas a través del cuerpo. A través de llantos, sonrojos, gestos y movimientos vamos a expresar lo que estamos sintiendo e idealmente nuestros padres lo interpretarán, lo atenderán y le irán poniendo palabras que nosotros aprenderemos y entonces nosotros seremos capaces de expresar lo que sentimos con palabras.

Pero es así que siendo adultos cuando no podemos procesar un sentimiento lo vamos a expresar con el cuerpo. Procesar un sentimiento o sensación es poder expresar y clarificar con palabras lo que sentimos. Cuando por alguna razón no lo podemos expresar, sea porque es peligroso, conflictivo o incluso porque no estamos siendo consientes del sentimiento mismo, entonces lo vamos a expresar a través de una afección física, ya sea por una conversión o una somatización.

Hablemos del trastorno conversivo: Aquí hablamos de trastornos donde si existe un malfuncionamiento en algún órgano pero que no van a haber un daño físico en el cuerpo, en el órgano afectado. Los episodios conversivos suelen estar relacionados con stress o incidentes traumáticos. Estos síntomas van a aparecer de una manera repentina. En muchas de las ocasiones los exámenes médicos no van a arrojar ningún resultado negativo, “todo está bien” físicamente hablando o bien lo que se encuentra no alcanza a explicar el síntoma. Muchas de las veces este tipo de síntomas están asociados al los sistemas motriz y sensorial. Ejemplos de estos son parálisis, dificultad en el movimiento, ceguera, insensibilidad, dolor, cosquilleo o adormecimientos. Ellos van a expresar un conflicto inconsciente que se expresa a través del cuerpo.

Por otro lado, en el trastorno psicosomático existe una malfunción orgánica pero además sí se va a dañar/afectar físicamente el órgano afectado. El trastorno psicosomático por su parte se da después de una exposición prolongada a sentimientos tales como puede ser coraje, stress, frustración, ansiedad o tristeza. El principal síntoma es que el sistema inmunológico va a ser afectado y las defensas van a disminuir volviéndote más vulnerable a enfermedades infecciosas. Tipos de enfermedades psicosomáticas frecuentes son asma, hipertensión arterial, colitis, diabetes, acné, ulceras, tumores o incluso cáncer.

De aquí la importancia de escuchar a nuestro cuerpo, ya que va a ser un lugar claro donde nuestros conflictos emocionales se pueden expresar. Así como se hace con los bebes, tratemos de interpretar lo que el cuerpo está tratando de expresar. La mayoría de las veces van a ser sentimientos conflictivos o también inconscientes que no van a ser fáciles de aceptar. De aquí la importancia de que además de consultar con tu médico, puedas tener un proceso psicoterapéutico donde puedas analizar lo que está pasando, los sentimientos que esto provoca y así puedas procesar tus sentimientos y aliviar tus dolencias o enfermedades. 

Pablo Munoz