Praga, Republica Checa

Muchas veces en nuestra vida diaria vivimos en algún lugar fuera del presente. Tenemos la tendencia a pasar mucho tiempo pensando en lo que ya sucedió o lo que podría suceder o lo que queremos que suceda, en lugar de disfrutar de lo que realmente está sucediendo en el momento actual frente a nuestros ojos. Es decir, estamos viviendo nuestra vida en el pasado o en el futuro, perdiendo lo que realmente tenemos, y eso es el presente. Cuando vives tu vida de esta manera, tu viaje de vida se vuelve abrumador y un gran montón de imágenes sin sentido.

La vida es más placentera y significativa cuando estás presente en cada momento. Vivir en el pasado o en el futuro, solo sirve para drenar tu mente.

El pasado, ya sea exitoso o lleno de fracasos, está hecho, ya pasó, no puedes cambiarlo. Además de eso, si pensamos demasiado en el pasado, podemos desarrollar sentimientos deprimentes: si pensamos demasiado en las cosas buenas, vamos a sentir el vacío de no tener más esas cosas y si pensamos demasiado en las cosas malas, estamos va a sentirse como un fracaso o como una víctima.

Por otro lado, el futuro aún no existe y preocuparse por eso es solo una carga. No importa cuánto planifique / piense, el futuro es incierto y no podemos prever todos los escenarios o resultados posibles. Si pensamos demasiado en cosas positivas en el futuro, podemos crear expectativas poco realistas y sentimientos de inadecuación. Si pensamos demasiado en los peores escenarios, crearemos miedo y ansiedad. Si pensar demasiado en el pasado desencadena sentimientos deprimentes, pensar demasiado en el futuro creará pensamientos y sentimientos ansiosos.

Ciertamente, recordaremos el pasado y debemos aprender de él. También debemos pensar en el futuro y planear hacia dónde vamos con nuestra vida. Sin embargo, pensar frecuentemente o pensar demasiado sobre el pasado o el futuro es lo que va a desencadenar esos pensamientos y sentimientos poco saludables. Recuerde, nuestros pensamientos darán forma a nuestra realidad, a la forma cómo vemos las cosas.

Entonces, en lugar de vivir en la tierra de "podría haber hecho… , debería de… , habría que…" o "qué pasaría si", trata de vivir en la tierra de "yo soy, yo estoy aquí", porque el ahora es el único momento en que puedes actuar, influenciar  y disfrutar. Te sugiero que tomes unos minutos todos los días para notar cada detalle en tu vida diaria: los colores, los olores, las personas, los sonidos, los gustos. Saborea cada momento, son únicos y nunca se pueden recrear.

Si desea reenfocarse en su presente, su éxito y disfrute un proceso psicoterapéutico puede ser de gran ayuda y una herramienta para crecer como ser humano.

Pablo Muñoz