El Coronavirus, Desafíos psicológicos

Tal y como lo estamos experimentando ahora, las pandemias afectan a los individuos y a la sociedad en muchos niveles, no son solo un fenómeno médico. Afectarán en la macroesfera, pero también pueden conducir a la xenofobia y la estigmatización de las personas afectadas, figuras de autoridad y profesionales de la salud.

Al momento de escribir este artículo, Health Canada (https://www.canada.ca/en/public-health/services/diseases/2019-novel-coronavirus-infection.html#a1) ha informado que 736 personas han sido infectadas, el 69% de estos casos son viajeros y otro 13% son personas en contacto cercano con esos viajeros. En este momento, 9 personas han muerto a causa del virus.

Esos son los números para las personas físicamente afectadas, sin embargo, los 37,590,000 de canadienses y, muy probablemente, todos en este planeta hemos sido afectados emocional y psicológicamente por esta situación global y sus consecuencias. Esto ha llevado a cambios en nuestra vida diaria.

Las pandemias se han relacionadas con pánico y estrés . A medida que aumenta la preocupación por la amenaza percibida, las personas comienzan a recolectar y acumular diferentes artículos y alimentos. Esto a menudo es seguido por comportamientos relacionados con la ansiedad, como trastornos del sueño, hipocondría, psicosomatizaciones y pensamientos intrusivos.

Los efectos de las amenazas de enfermedades infecciosas se manifiestan con ansiedad y síntomas de pánico: preocuparse por contraer la infección, preocuparse por los seres queridos que se enfermen y preocuparse por los síntomas relacionados, incluso menores. La ausencia de un tratamiento definitivo para el coronavirus exacerba fácilmente la ansiedad. Las obsesiones por contaminación (preocupación intrusiva no deseada de que uno esté sucio o posiblemente infectado y que necesite lavarse, limpiarse o esterilizarse) son muy comunes. Las complicaciones de la limpieza excesiva pueden provocar piel seca y agrietada (que puede provocar infecciones superpuestas) y dermatitis atópica. Del mismo modo, el uso excesivo de productos de limpieza puede provocar lesiones por inhalación.

Una de las principales recomendaciones para combatir la propagación del virus es el distanciamiento social y quedarse en casa. Sin embargo, no se ha dicho cómo vivir y que hacer frente a esta situación en el hogar y el aislamiento. Los períodos cortos de aislamiento pueden causar un aumento de la ansiedad o la depresión en cuestión de días. Si vive solo, el aislamiento puede desencadenar el abuso de alcohol, drogas o comportamientos autodestructivos. Si vive con otros, no estamos acostumbrados a estar tan cerca por períodos de tiempo tan largos y eso puede conducir a posibles fricciones y más conflictos en las interacciones.

Dado que debemos seguir las pautas y sugerencias proporcionadas por las autoridades, ¿qué se puede hacer para aliviar las crecientes preocupaciones de pánico generalizado y ansiedad creciente en las personas y enfrentar el impacto emocional de estos tiempos difíciles?

Aquí propongo, en base a la recopilación de información de diferentes agencias de salud en todo el mundo, 6 consejos sobre cómo cuidar nuestra psique y emociones durante este tiempo:

  1. Obtenga su información de fuentes confiables. Siga las pautas proporcionadas por las autoridades. Obtenga los hechos y quédese con ellos para distinguir qué es una amenaza real y que es una amenaza percibida o imaginada del virus.
  2. Participe en distracciones saludables como leer un libro alegre o ver una película divertida. También participe en actividades mentales más desafiantes, como educarse, aprender un nuevo idioma o habilidad.
  3. En lugar de saturarse excesivamente en las actualizaciones y noticias, tenga en cuenta su exposición a los medios y las redes sociales y limítelo a ciertos momentos del día.
  4. Mantenga una alimentación y patrones de sueño saludables .
  5. Debemos ser conscientes de cómo hablamos delante de los niños. Adapte su información a la edad de su hijo. Escuche atentamente, corrija la información errónea y abra los canales de comunicación. Los niños tienen formas diferentes de expresar su estrés y no siempre lo verbalizarán. Preste atención a estos comportamientos: cuando sus hijos eviten las responsabilidades que solían hacer; cuando tienen problemas para dormir; actúan enojados, o simplemente se sienten tristes o deprimidos; desarrollar cualquier enfermedad o dolor (principalmente en el estómago); tienen dificultades para separarse de usted.
  6. Acceda a ayuda y apoyo psicoterapéuticos. Hay soporte en persona, mediante videoconferencia y por teléfono. Aproveche los servicios prestados por muchos psicoterapeutas y aquí está el mío: www.pablomunoz.ca 

Estamos atravesando tiempos difíciles, pero debemos centrarnos en lo que es bueno y saludable para nosotros, ser amables con nosotros mismos y con los demás, y pronto esto será solo otro recuerdo.

Pablo Muñoz