Durante las últimas semanas, hemos sido bombardeados con una serie de malas noticias, infecciones, muertes, hemos visto desaparecer nuestra "vida normal" y hemos vivido bajo nuevas restricciones. El encierro, las limitaciones y los miedos tienen el potencial de elevar nuestros niveles de estrés, ansiedad y depresión. Está claro que todos hemos sido afectados recientemente en nuestro estado mental ya que todos hemos perdido algo durante este tiempo.

Entonces, frente a esta realidad, ¿qué puede ayudarnos a reducir estos niveles de estrés, ansiedad, depresión y frustración? La respuesta es gratitud. Los estudios encuentran que, con el tiempo, sentirse agradecido aumenta la felicidad y estimula la salud física y psicológica, incluso entre aquellos que ya tienen problemas de salud mental. En un estudio de 2015 se demostró que las personas agradecidas sienten menos dolor, menos estrés, sufren menos problemas para dormir, tienen un sistema inmunológico más fuerte, experimentan relaciones más saludables y obtienen mejores resultados académicos y profesionales.

Pero, ¿cómo la gratitud ayudará a nuestra salud? Primero y obviamente, la gratitud desvía nuestra atención de las emociones tóxicas como la envidia, el resentimiento o el miedo a algo positivo. Sin embargo, los beneficios de la gratitud tardan algo de tiempo en ocurrir, ya que no siempre suceden inmediatamente después de la actividad de gratitud, pero los efectos en el cerebro de la actividad de gratitud parecen ser duraderos y pueden entrenar al cerebro para volverse más sensible a las experiencias de gratitud más tarde, por lo tanto ayudando a mejorar la salud mental.

Considere el inmenso poder que tiene el pensar en las riquezas que posee, en la variedad de oportunidades, sensaciones, experiencias, sentimientos, ideas, relaciones y cosas que tiene en su vida. Y todo está sucediendo en el momento presente. Tenga en cuenta la abundancia que lo rodea en este momento: los aproximadamente 30 billones de células vivas en su cuerpo, la abundancia de aire a su alrededor, la paleta de colores que le rodea, la exuberancia de la naturaleza que está floreciendo, todas las cosas que tiene, todas las personas que conoce, todas las sensaciones que está teniendo (incluso cuando no sea consciente de ellas).

La gratitud es una forma de que las personas aprecien lo que tienen en lugar de buscar siempre algo nuevo con la esperanza de que los haga más felices, o de pensar que no pueden sentirse satisfechos hasta que se satisfagan todas las necesidades emocionales, físicas y materiales. La gratitud ayuda a las personas a reenfocarse en lo que tienen en lugar de lo que les falta.

Hay varias formas de practicar y desarrollar la gratitud, aquí solo le ofrezco 11 ideas:

  1. Mantenga un diario de gratitud y agréguelo todos los días.
  2. Diga a alguien que ama cuánto lo aprecia y por qué.
  3. Observe la belleza de la naturaleza cada día.
  4. Cultive las amistades que tiene.
  5. Sonría con más frecuencia, incluso si es solo la expresión facial sin motivo.
  6. Recuerde felicitar a sus amigos y familiares
  7. Comparta un pensamiento de gratitud cada día en las redes sociales (no para obtener un me gusta...).
  8. Concéntrese en tus fortalezas.
  9. Sea agradecido cuando aprenda algo nuevo.
  10. Recompense el esfuerzo, suyo o de otros.

Pero sobre todo:

  1. Vive con atención, sin pensar demasiado en el pasado o el futuro.

La gratitud no es un remedio para todos nuestros desafíos de salud mental o una fuente mágica para el bienestar, pero es una herramienta poderosa para impulsarlo. Si siente que necesita ayuda para sentirse más agradecido, busque ayuda profesional, todos estamos en un proceso de crecimiento como seres humanos.

Pablo Muñoz